domingo, 17 de mayo de 2015

Apartar las piedras que nos limitan al avanzar




El humano suele tropezar en más de una ocasión con la misma piedra, muchas veces por gusto, como reincidir en mantenerse cerca de personas cuya presencia no es conveniente por su modo de ser, maneras poco correctas, personalidad asfixiante, enamorarse del mismo prototipo de hombre o mujer, relaciones condenadas al fracaso no sin antes atravesar un camino de adversidades, seguir vinculado a un circulo que gira pero no conduce a ningún lugar, empeñarse en realizar algo que nos queda grande, simplemente escuchando halagos vacíos carentes de fundamento pero preferimos regalarnos los oídos , pero a pesar de eso ahí estamos, sabiendo que simplemente es una pérdida de tiempo, la lista sería larga...

Quizás por alimentar el ego de sentirnos seguidos o falsamente adorados, cerramos los ojos a la realidad, cuando la forma de levantar el vuelo es alejarse de las nubes grises que tarde o temprano descargaran tormentas. El verdadero valor de cada uno no se mide por la cantidad de personas que nos rodean, sino por la calidad humana, la sinceridad al hablarnos, no se es malo por una crítica que no sea de nuestro agrado, al contrario ayuda a superarse, por el afecto que nos tienen, aquellos que nos aprecian de modo transparente no se alejan, en ocasiones en silencio, pero siempre están cerca, en definitiva apartar las piedras dañinas que nos harán la zancadilla en cada paso que las encontremos, con el tiempo  se convierten en rocas que nos limitan al  avanzar.
Magda Jardí
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